El color de los alimentos: herramienta para crear platos atractivos
Aprende a usar el color de los alimentos como una herramienta para atraer clientes y diferenciar tu oferta gastronómica. ¡Descúbrelo en esta guía!
El color de los alimentos no solo estimula el apetito, también define cómo los clientes perciben el sabor, la frescura y hasta el valor de un plato. El uso estratégico de esta herramienta puede marcar la diferencia entre una comida común y una que impacte visual y emocionalmente.
En este artículo descubre cómo aprovechar el color como un recurso creativo, explorando qué transmite cada tono, cómo lograr armonía visual en el emplatado y cómo incorporar esta estrategia en tu menú sin que parezca una elección al azar.
¿Cómo el color de los alimentos impacta en la percepción del sabor?
Lo que entra por los ojos influye directamente en lo que creemos que vamos a saborear. La ciencia lo confirma: el color es uno de los factores sensoriales más poderosos en la experiencia gastronómica.
Recientes estudios, como The taste of colours de la revista Food Quality and Preference, señalan que los colores pueden hacer que un alimento parezca más dulce o fresco antes de que el comensal lo pruebe.
Además, el color también afecta el valor percibido. Un plato monocromático suele percibirse como simple o aburrido, mientras que uno con contraste visual puede justificar un precio más alto, ya que proyecta elaboración y atención al detalle, como lo veremos en el siguiente apartado.
Para el cliente, el color no es solo decoración: es una señal de lo que espera sentir. Y para tu negocio, es una herramienta estratégica que conecta sensorialmente con la emoción y el bolsillo.
Paleta cromática comestible: ¿Qué transmiten los colores?
Cada color en el plato tiene un efecto emocional y sensorial en quien lo observa. En el mundo del foodservice, conocer estos significados te permite componer paletas cromáticas que no solo atraigan, sino que provoquen una respuesta inmediata de hambre, agrado o curiosidad.
Descubre una guía rápida de lo que transmiten los colores más comunes en la cocina profesional:
Rojo
Es un color cálido, vibrante y estimulante. Activa el apetito y sugiere intensidad de sabor, por eso funciona muy bien en platos con carnes, salsas, frutas rojas y toppings picantes. El rojo da la sensación de energía, pasión y urgencia.
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Naranja
Transmite calidez, amabilidad y sabor reconfortante. Ideal para pastas con salsas cremosas, sopas o preparaciones con calabaza o zanahoria. Estimula la socialización y la cercanía emocional con el plato.
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Amarillo
Refleja optimismo y frescura. Asociado a platos soleados o con frutas tropicales, papas o maíces. Puede dar la impresión de un plato divertido, veraniego o accesible.
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Verde
Relaciona lo natural, fresco y equilibrado. Úsalo para destacar ingredientes de origen vegetal, toppings de hierbas, emulsiones de aguacate o pesto. Crea contraste sin saturar visualmente.
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Azul
Es un color poco común en la naturaleza alimentaria, por lo que puede inhibir el apetito si no se usa bien. Aun así, puede funcionar en vajillas o fondos para generar contraste elegante con ingredientes cálidos o cremosos.
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Morado
Sugiere sofisticación y misterio. Ideal para darle un giro visual inesperado a platos dulces (uvas, frutos oscuros, lavanda), pero también a platos salados con berenjena o col morada.
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Negro y gris
Transmiten lujo, profundidad o técnica. No suelen comerse, pero aportan elegancia si se usan en reducciones, carbón vegetal, vajilla o puntos de contraste. Bien usados, refuerzan la percepción de un plato gourmet.
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Blanco y neutros
Permiten descansar la vista, equilibrar la saturación de otros colores o destacar el cromatismo del ingrediente principal. El arroz blanco, las salsas suaves o la espuma láctea cumplen esta función.
El color de los alimentos: tips para el emplatado
El emplatado no es solo presentación: es una herramienta estratégica para generar deseo, justificar precios y reforzar la identidad de tu negocio. Aplicar principios cromáticos al momento de servir puede elevar el impacto visual sin requerir ingredientes costosos o técnicas complejas:
1. Usa el color como protagonista
No todos los ingredientes necesitan ser llamativos, pero debes elegir uno o dos elementos que se lleven el foco visual del plato. Por ejemplo, una salsa roja vibrante o un topping verde fresco pueden resaltar sobre una base neutra.
2. Apóyate en el contraste
Un fondo claro (como un puré cremoso) ayuda a que ingredientes oscuros (como setas salteadas o carne sellada) se vean más apetitosos. Los contrastes marcan jerarquía y guían la mirada del cliente.
3. Evita saturaciones cromáticas
No todos los colores combinan bien en un solo plato. Demasiados tonos pueden desordenar la percepción y restar elegancia. En cambio, usar una paleta limitada —por ejemplo, verdes y blancos con acentos dorados— aporta armonía visual.
4. Introduce colores con ingredientes económicos
Hierbas frescas, vegetales asados, semillas o salsas coloridas son aliados para sumar cromatismo sin subir los costos. Incluso un topping sencillo como maíz dorado o betabel encurtido puede dar vida a un plato neutro.
5. Juega con texturas y brillos
El color se realza con otras variables visuales: una reducción brillante, un crocante dorado, una crema espumosa. Estos elementos añaden dimensión y apetito, incluso sin cambiar los colores base.
6. Piensa en el fondo: vajilla y superficies
No todos los colores deben venir del alimento. Usar platos oscuros para preparaciones claras o bases rústicas para tonos intensos puede mejorar la percepción cromática del conjunto. Incluso las servilletas o bandejas importan.
7. Revisa el plato desde la perspectiva del cliente
Antes de servir, obsérvalo desde arriba, a la altura del comensal. ¿Qué color domina? ¿Hay balance? Un plato bien armonizado visualmente comunica profesionalismo y aumenta la percepción de valor.
8. Adapta los colores a la ocasión
Para almuerzos ejecutivos, usa tonos frescos y energéticos; para cenas, elige colores intensos y elegantes. En verano, predominan colores vibrantes; en invierno, tonos cálidos y terrosos. Si tu público es joven, apuesta por contrastes llamativos; si es más tradicional, busca armonía y naturalidad.
9. Capacita a tu equipo
Involucra al personal de cocina en la elección de colores, enseñándoles cómo pequeños cambios visuales impactan en la experiencia del cliente. Un equipo que entiende el porqué, lo ejecuta mejor.
10. Haz pruebas y fotografías
La cámara es tu mejor aliada para validar el emplatado. Si el plato se ve apetitoso en foto, probablemente también lo será en mesa. Esto también te ayudará a crear contenidos visuales para tus redes sociales o menú digital.
Usar estratégicamente el color de los alimentos como una herramienta puede ayudarte a diferenciar tu negocio, optimizar tus costos e impactar la experiencia del cliente desde el primer vistazo.
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La información proporcionada se basa en una visión general de la industria y no es específica de su negocio. Cada negocio es único y las decisiones relacionadas con él deben tomarse tras consultar con los expertos adecuados, de considerarlo necesario.